martes, 19 de febrero de 2013

Queridos amigos, hoy voy a comer migas!!!!

Queridos amigos, hoy voy a comer migas.
El día está un poco raro, así que vamos a comer migas, como en los buenos tiempos. Para mi familia es una comida especial, todos en la sartén, todos en el mismo plato. Seguramente no observamos las normas de cortesía, educación… Nos da igual. Nosotros la comemos así cuando estamos solos, claro está.
Cuando comemos migas, es todo un recuerdo de la casa de mis padre, la de mis suegros; aquellas migas de matanza que hacíamos en el rincón donde acababan de hacerse las morcillas… Aquéllos vasos de vino del país que comprábamos a D. Juan Gómez; aquéllas tardes picando la carne para las longanizas y los salchichones…¡Qué recuerdos!
Volver a comer migas es hacer memoria de lo que somos. Os puede parecer algo inútil o chaladuras de viejo, lo se y no me importa. Me gustaría invitaros un día a mi casa, a mi mesa, a comer y charlar, a no olvidar quiénes somos y de dónde venimos.
Me hace gracia cuando oigo lo de “Antas, con perdón”. Los antusos conocemos bien nuestra historia, y no es precisamente la de un pueblo de vagos, sino gente trabajadora, luchadora, entregada; gente que sabe muy bien hacia dónde quiere ir y el pueblo que quiere construir. Bueno, al menos lo sabíamos muy bien en mi época. Es cierto que comíamos muchas migas, porque eran baratas y porque nos hacía sentir que toda la familia, en la misma sartén era capaz de trabajar en el mismo sentido.
Hoy las migas son un recuerdo, una comida típica, un plato de nuestros abuelos. No, por favor, vamos a comer migas porque queremos  traer al presente los valores que nos enseñaron los que ya no están. Hoy mis padres estarían felices de sentarse a la mesa y comer con sus hijos y nietos, comer las habas fresca, el tocino “veteao”, la morcilla  y los pimientos fritos…. A ellos mi recuerdo y a mis nietos que no lo olviden.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Abuelo, quiero darle las gracias por todos sus testimonios.
Es muy agradable leerle. Soy de las que piensan, que aquel que olvida su pasado, no tiene futuro.
Tenemos que saber de donde venimos, para poder llegar donde queramos.