Quiero comenzar mis recuerdos por alguien que supo
alegrarnos muchas noches de nuestra juventud y primeros años de casados, me
refiero a “Ginés el del cine”.
El nunca aparecía por la terraza primero y luego por el
cine, siempre estaba arriba con las máquinas; preparando, cortando, uniendo….
Sabíamos que estaba pero no se le veía. Lo veíamos ir con la moto a Vera a por
las películas, y luego a llevarlas, creo que a Palomares. A veces, cuando iba o
venía, paraba en El Real, en la finca que tenía de naranjos a trabajar, pero
siempre en silencio.
Era mayor que yo, pero jamás le oí criticar o censurar a
nadie, y eso que veía cosas que no le gustaban mucho. Disfrutaba enseñando a su
hijo Juan Diego (q.e.p.d) cómo tenía que poner y quitar las películas.
A él le debemos la existencia del “Cine san Juan” de Antas.
En aquel momento fue una gran inversión, se arriesgó mucho, y de ahí que
tuviera que tener también los electrodomésticos y otros trabajillos. Era un
hombre luchador. Cuando decidió invertir en el cine, no eran tiempos buenos, ni
económicos, ni sociales, ni para el cine; pero fue un ejemplo para todos.
Desde aquí mi pequeño homenaje a Ginés. Gracias en nombre de
Antas.
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