
Recuerdo cuando se celebraban las comuniones en Antas, al
salir de la Iglesia, en la puerta de la Capilla de las monjas, allí estaba Paca
con sus “chambis”. ¡Qué buenos! Esa era la señal de que había llegado el
verano. Recuerdo con alegría el helado de vainilla que hacía, con el cucurucho
crujiente…. Estoy escribiendo y parece que lo saboreo.
Con el carro de Paca en la calle del Aire comenzaba el
verano. Luego íbamos a la casa de Juanica “la grifa” a comprar los polos de
limón. ¿Qué le echaría a aquéllos polos que estaban tan buenos? ¿Y Paca, cómo
haría aquél helado? Lo subía en unos recipientes llenos de hielo que le traían
de Vera, y lo hacían entre Rodrigo y ella.
La verdad es que comenzaba su temporada en Jauro con la
fiesta de san Isidro y ya continuaba con todas las fiestas. Después su hija
Juanita continuó con el negocio, pero que me perdone la hija, como los helados
de la madre, ningunos.
Desde aquí mi pequeño homenaje a Paca. Siempre la recuerdo
de negro, de luto; siempre con su pañuelo en la cabeza, siempre con sus nietos…
siempre como una buena madre.
1 comentario:
que bonitos recuerdos
yo llegue a antas con 21 año ,no tuve la suerte de conocer a esa buena señora ,pero eso mismo lo vivi en mi pueblo solo que alli era isabelita
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